La feria de la tapa

El fin de semana del 9 al 12 de Junio se celebró en Madrid la Feria de la Tapa, donde se reunían diversos restaurantes de Madrid para deleitar al público con magnificas tapas.
Tres tapas por restaurante-stand era el trato, además de cañas, mixtas, etc. Al coste de 1,20 por tapa o caña, lo difícil fue no salir rodando a la farmacia a por un Almax…








La primera oleada tapil se saldó con hamburguesas de avestruz, pincho de solomillo con cebolla, queso y mermelada, ceviche peruano y picadillo de morcilla. Todo estupendísimo, cabe destacar el ceviche. No lo habíamos probado nunca y no decepcionó. Suave sabor a cilantro y nada de sabores fuertes ni a pescado ni a limón. Un 10.
En la segunda oleada (podíamos llamarle a estas alturas “horda”) la estrella fue el hot-dog de chorizo criollo acompañado de una especie de piperrada o escalibada de la que no recuerdo el nombre…











Mas tarde seguimos con unos langostinos con piña y salsa rosa, que, por cierto, parecían de comunión de los años 80, piruleta de camembert empanado con mermelada roja, albondigón de sepia y migas.
A estas alturas estaríamos por la 4 caña o así, muy fresquitas ellas y nada de esperar en la cola.
El siguiente ataque fue comandado por el bocata de lomo, huevo frito y jamón, pincho moruno con salsa indeterminable por mi memoria, tosta de salmorejo, jamón y huevo de codorniz y las queridas por todos papas con mojo.









Llegando al final, la gente quería dulce. Se aplacaron nuestras ganas de glucosa con platos de arroz con leche y mousse de frutos rojos con pistacho.


He de destacar, por aclamación popular, la presencia de una tapa sencilla pero espectacular a la vez: el pincho de foie con jamón ibérico y mermelada de higos. 





Estando nosotros un poco hartos de la combinación cualquiercosa-mermelada la llegada de este pincho no fue convenientemente jaleada. El pincho estrella, para mí, combinaba la suavidad del foie, la fuerza de un jamón ibérico mas la dulzura no muy dulce de una mermelada de higos en su justa medida.
Todo esto no salió por mas de 12 euros por cabeza, esperábamos colas interminables que no hubo por ningún lado, esperábamos agobio que tampoco existió. Así pues, muy recomendable la visita.

La tarde se alargó un tanto, pues no acabamos allí. La masa social pedía cocktails a tuti-plen y para allá que nos fuimos. Mas tarde el batallón de gourmets en el que me encontraba decidió ir al Mercado de San Miguel…a darle caña al vino y a las tartas.








En el desenlace de la jornada acabamos en la cava baja, ingiriendo pintxos de nuevo y posteriormente cocktails, de nuevo. Esta jornada no es muy recomendable repetirla todos los días, puedes acabar engordando unos kilillos…

Un abrazo al pelotón de tapeadores, cuando queráis, repetimos!

2 comentarios:

  1. Bufffff esto no se publca por dios jajajaja como me hubese hartado de todo!!!

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  2. yo me apunto de nuevo(lo k sea por el ekipo)

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