Un scone es un panecillo individual de forma redonda, típico
de la cocina del Reino Unido y originario de Escocia. Es un alimento muy común
en desayunos y meriendas tanto del Reino Unido como de Irlanda, Canadá,
Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. En Escocia, las porciones
triangulares de la torta de pan aplanada llamada bannock (probablemente el
antepasado del scone) se conocen igualmente como scones. (Wikipedia)
En esta ocasión hicimos estos panecillos salados como ocasión
de un partido de futbol que vimos en casa. Se hacen en un santiamén y con los
ingredientes que mas os gusten. Nosotros los hicimos de bacon y cheddar porque
nos apetecía, pero se pueden hacer de cebolla, de ajo, jamón, etc. También se
pueden hacer dulces con chocolate, fruta, etc.
400 gr de harina
330 ml de leche
100 gr de mantequilla en dados (si es de buena calidad,
mejor.)
1 sobre de levadura química (Royal)
Media cucharadita de sal
8 lonchas de bacon
5 lonchas de cheddar naranja
Una pizca de pimienta
Primer paso: Se cortan las lonchas de bacon en tiras y se
ponen en una sartén sin aceite para tostarlo. Escurrimos la grasa. Deben quedar
crujientes y doradas. También cortamos el queso en cuadrados y reservamos. Mientras
se mezcla en un bol la harina, la levadura, la sal, la pimienta y la mantequilla
en dados. Se mezcla con la mano rápidamente, intentando que no quede muy fino
sino como arena gorda. Cuando esté groseramente mezclado añadimos la leche en 2
veces. Debería quedar como una masa de galletas: seca y manejable. Es
importante no amasar casi nada para que la mantequilla no se derrita y que
quede en pequeños trozos integrados en la masa.
Segundo paso: Precalentamos el horno a 180° y
engrasamos la placa de horno con un papel untado en aceite. Enharinamos la mesa
y aplanamos la masa con el rodillo hasta que tenga 1 centímetro de grosor y
cortamos con cualquier cortapastas que tengamos. Nosotros usamos un molde
circular metálico de 6 cm de diámetro. Colocamos en la placa dejando un par de centímetros
entre cada scone para que no se peguen cuando crezcan. Unos 15 o 20 minutos
bastarán. Debe quedar dorado por encima (también podríamos haberlos pintado con
huevo batido por encima para ayudar a que dore)
Los que hicimos nosotros nos salieron un punto salados ya
que en vez de media cucharadita le echamos una cucharadita entera. Aun así su
sabor a bacon y queso fue espectacular.