Tarta terciopelo rosa o pink velvet cake


Después de un tiempo desconectados de esto, venimos con una receta de la que podemos estar muy contentos. Sobre todo si tenemos en cuenta que las tartas no son nuestra especialidad.
Esta tarta la hicimos por el cumpleaños de mi cuñada Marina. Queríamos darle ese toque juvenil con esos colores rosas y blancos y a la vez que fuese deliciosa al paladar. Disfrutamos mucho haciendo esta tarta y esperamos poder presentaros algunas mas, más adelante.

Para comenzar hicimos dos bizcochos normales, para los que utilizamos un molde circular desmoldable. De esta forma evitamos que se deshagan al sacarlos. El color rosa lo conseguimos con un colorante liquido, en concreto utilizamos uno que compramos para teñir el fondant y que tiene unos colores muy vivos.







 Ingredientes:
Dos discos de bizcocho con colorante rosa (2 cucharaditas pequeñas  de colorante a cada uno)
½ litro de nata para montar (mas de 35 % de grasa)
2 tabletas de chocolate blanco
2 tarrinas de queso cremoso tipo filadelfia (yo use marca del Ahorramas)
1 bote de 750 gr de azúcar glas
Esencia de vainilla
Agua
Azúcar
Licor de naranja (Cointreau o el que tengáis) 





                                        
 Primer paso: Hacer los discos de bizcocho con el colorante rosa, cortar a la mitad y se reserva (ver receta). Cuando estén frios se les pinta con un poco de almíbar, para evitar que se sequen (hecho con un vaso de agua, 3 cucharadas de azúcar y un chorreon de licor de naranja. Todo esto lo hervimos 10  minutos y listo).
Segundo paso: echar las tarrinas de queso cremoso en un bol e ir añadiendo el azúcar glas (ir probando hasta que se quite la acidez del queso y quede un poco dulce, nosotros usamos poco mas de medio bote) y una cucharada de esencia de vainilla. Se mezcla bien  todo y vamos untando en el bizcocho. Vamos echando capas gruesas para que al partir la tarta se diferencien bien las capas.
Tercer paso: montamos la nata con la varilla de la batidora y cuando vaya cogiendo cuerpo le vamos añadiendo poco a poco azúcar, hasta que quede con el dulzor deseado. (Hay que tener en cuenta que le vamos a añadir el chocolate blanco). Para montar la nata es fundamental que, además de que la nata sea lo mas grasa posible (+ de35 M.G.), el bol, la nata y la varilla deben estar lo mas frio posible
Calentamos en el microondas la tableta de chocolate hasta que se haya derretido (10 seg. Aprox. Si no se ha derretido lo volvemos a meter, en periodos de 10 segundos) con cuidado de que no este muy caliente y que este totalmente liquida, para que al mezclarla con la nata no se queden trozos duros. Para hacer una trufa o nata con chocolate es necesario mezclarlo con mucho cuidado, de abajo a arriba, con movimientos envolventes para que la nata no se baje ni se caliente mucho y para que se mezcle el chocolate correctamente. Nosotros añadimos el chocolate blanco demasiado frio, por eso nos quedo la trufa con motitas amarillentas.
Cuarto paso: cubro la tarta con la trufa de chocolate blanco con una espátula, para que quede lo mas liso posible.
Las bolitas rosas las hicimos reservando un poco de chocolate blanco (como 2/3 onzas) y echándole un par de gotas del colorante rosa. Se deja enfriar y antes de que se quede totalmente duro vamos dándole la forma de bolitas, para posteriormente ir colocándolas encima de la tarta.




Bizcocho


Aquí os presento la receta de un bizcocho normal y sencillo, valido para casi todas las clases de tarta o simplemente comer solo.

Ingredientes:
1 yogur natural
1 yogur de aceite
1 yogur de azúcar
3 yogures de harina
3 huevos
Un sobre de levadura química.

Todas las medidas están hechas con el vaso del yogur, de ahí que indiquemos “yogures” como unidad.
En un bol añadimos los huevos y los batimos con la varilla. Le vamos añadiendo el resto de los ingredientes y mezclamos bien. Si con la varilla no se queda una masa uniforme y nos quedan algunos grumos, lo podemos hacer con la batidora.
Lo echamos en la fuente untada con un poco de mantequilla o aceite y harina, y lo metemos en el horno previamente calentado a 160º por arriba y por abajo. Lo ponemos en la rejilla a media altura y lo dejamos 30/40 minutos. Para evitar que se queme hay que vigilarlo de vez en cuando, sin abrir el horno. Si vemos que esta empezando a “dorar” demasiado se puede cubrir con papel aluminio hasta que esté hecho. Una vez pasado este tiempo podremos abrir el horno para comprobar que esta hecho pinchándolo con un cuchillo en la parte del centro y comprobando que sale limpio.