Galletas de almendra y chocolate "15 minutos"

Las galletas que os presento a continuación son una delicia para desayunar o tomar con café. Las he bautizado como “15 minutos” porque es el tiempo que se tarda en prepararlas además del tiempo de horno. Cuando os decidáis a prepararlas será vuestra perdición, ya que el olor y el sabor de estas galletas es inigualable por ninguna que podáis comprar por ahí. Además tienen una textura crujiente por fuera pero blandita por dentro…para comerse 150, por lo menos.

 

Ingredientes:
200 gr de almendras molidas
60 gr de azúcar
2 claras de huevo
Esencia de vainilla
Ralladura o bolitas de chocolate.

Primer paso: Empezamos precalentando el horno a 180, después continuamos batiendo las claras un poco, seguidamente añadimos las almendras molidas, el azúcar, media cucharada pequeña de esencia de vainilla (o una de vainillina que es el azúcar avainillado que venden en todos los supermercados) y la ralladura de chocolate.
Segundo paso: Se mezcla bien y se van colocando porciones con una cuchara grande en la bandeja del horno en la que previamente hemos puesto un papel de horno. Yo las hago mas bien grandes, ya que me gusta que por dentro se queden blanditas. Deberán quedarse en el horno unos 10 a 15 minutos, suficiente para que empiecen a dorar un poco por fuera, no mucho.
Yo les puse media almendra encima para decorar antes de meter al horno, pero podéis poner lo que queráis. Vuestros niños y no tan niños os las quitaran de las manos. Por cierto, ¡¡calentitas están buenísimas!! 




Estocolmo: parada y fonda.

Ya estamos aquí después de un periodo de vacaciones. Aprovechando las mismas, voy a hablar un poco de lo que nos hemos encontrado en Estocolmo, capital de Suecia, aparte de una solanera no muy típica, supongo.
Empiezo señalando la gran afición de este país nórdico por la pastelería, bollería y lo dulce en general. A cada paso nos topábamos con tiendas de productos basados en el azúcar. Rollitos de canela, muffins, pretzels,  cupcakes, bombones, chocolates varios…


A la gran cantidad de bayas como frambuesas, moras, arándanos, grosellas, etc. Se unen las fresas, que no por ser mas conocidas vamos a olvidarlas. Nos compramos una cajita de fresas, muy típicas por estos lares, las cuales puedes encontrar a raudales en los puestos callejeros. Su sabor es mucho mas grande que su pequeño tamaño (no confundir con los fresones tan españoles…)

Cabe destacar una tienda que estaba en el barrio de Kungsholmen, muy cerca de nuestro hotel. Su decoración era de sobresaliente y no digamos sus mil tipos y combinaciones de chocolate y dulces… Y la chica que atendía era de lo más simpático y sonriente del hemisferio norte. Este es su enlace: http://www.kungsholmenschoklad.se/ para los curiosos que quieran echar un vistazo.




También fuimos al mercado llamado “Östermalms Saluhall”, una delicia para la vista, el olfato y el gusto…pero un martirio para el bolsillo. Me recordó al mercado de “la boqueria” en Barcelona. Similar a un museo por su orden y belleza pero con el ajetreo típico de un mercado de barrio, hicimos unas cuantas fotos que os darán una idea de cómo se manejan estos suecos.





Por último, no olvidemos los platos típicos de Suecia como el salmón, las albóndigas y la carne de reno. El primero venía con una salsa de vino blanco, arroz y huevas. Las köttbullar o albóndigas, que como ya conocen muchos, venden en Ikea, eran acompañadas por una salsa de carne, otra de arándano rojo y patatas cocidas al orégano fresco. La carne de reno venia en tosta, con una mezcla de lechugas, salsa de chile picante o algo parecido…y crema agria. Una fiesta para el paladar a la cual nos acompañaron Jesús y Vane.
Tack, Tack!!


Pollo tikka-masala

Os presentamos un plato exótico que podría entrar en el grupo de comida rápida ya que lo haréis en menos de lo que canta un pollo. Lo único un poco mas difícil de encontrar son las especias aunque en El corte ingles suelen poner “la semana de la india” 4 veces al año…si da la casualidad que os pasáis por allí, daros un paseo y encontrareis gran variedad de productos. En las tiendas orientales lo suelen vender, pero tiene que ser una tienda mas bien grande, como por ejemplo la que hay en Príncipe Pio.




Ingredientes para 3 personas:
1 pechuga de pollo en dados de 3 cm x 3cm.
½ cebolla.
Arroz basmati (1 vasito por persona)
Especias tikka-masala o tandoori-masala (de venta en El corte ingles y tiendas orientales)
Leche de coco o nata.
Caldo de pollo.
Cilantro.
Sal.
Pimienta.


Primer paso: poner a cocer el arroz basmati previamente lavado al chorro del grifo. Reservar.
Segundo paso: se pocha la cebolla, picada en cuadrados, que quede blandita y semitransparente, subimos el fuego y cuando este bien caliente, sin sacar la cebolla echamos el pollo en dados, salpimentado. Esperamos a que se haga el pollo, ahora, echamos un par de cucharadas de tikka-masala removiendo bien. Seguidamente, cubrimos con mitad de leche de coco o nata y mitad de caldo de pollo. Dejamos que hierva, que espese la salsa y al final, agregamos un poco de cilantro picado encima.




Hemos puesto la receta “base”. Podéis añadir almendras, cacahuetes o cualquier fruto seco a la salsa. Además, cualquier verdura en daditos será bienvenida. Probad y ya me diréis. Este plato es muy popular en Inglaterra debido a sus lazos con India. Por allí se suele encontrar por todos los restaurantes ya sean caros o baratos. Si no encontráis cilantro, sustituid por perejil, aunque el primero se encuentra en las verdulerías marroquíes en cantidades industriales. Yo lo encontré en seco junto a todas las especias en el Hipercor.

Milhojas de crema y chantilly




Un clasicazo que no pasa de moda. Si cuidamos los ingredientes, puede ser un bombazo en vuestras casas. El hojaldre lo compramos en el Lidl, no es congelado y se maneja y sabe muy rico. La nata tiene que ser para montar. Esto se ve en el porcentaje de materia grasa (M.G.) que lleva. Un porcentaje superior al 20 % suele bastar para que monte aunque nosotros la compramos del 30 % en esta ocasión. Si no teneis varilla para la batidora comprad la nata en la pastelería que también es muy buena. El chantilly se hace con nata montada a la que se le añade un sirope de vainilla. Son mas pasos de lo normal, pero nosotros lo hicimos en 1 hora. Y merece la pena… ¡vaya que si merece la pena!

Ingredientes para 16-20 raciones (de 5 x 10 cm), dependiendo de si se rompe alguna…:
3 paquetes de hojaldre refrigerado del Lidl.
Azúcar glas.

Para la crema pastelera:
½ litro de leche.
2 huevos
25 gr de mantequilla o aceite.
60 gr de harina.
100 gr de azúcar.
Canela en polvo.

Para la nata montada:
300 gr de nata para montar
100 gr de azúcar.

Para el sirope de vainilla:
150 gr de azúcar.
10 cl de agua (medio vaso)
Una cucharada de esencia de vainilla.


Primer paso: El hojaldre lo dividimos en rectángulos de 10cm x 5cm pero sin separarlos del papel en el que viene ya que aquí los coceremos en el horno. Con el horno al máximo, arriba y abajo, los ponemos en la bandeja del horno, pinchados para que no suban mucho y divididos en rectángulos (solo marcarlo servirá, luego parten fácil). En 10 minutos estarán ligeramente dorados. Sacar y reservar.
Segundo paso: Para hacer el jarabe o sirope de vainilla ponemos en un cazo el azúcar y el agua, dejamos hervir un minuto. Después, fuera del fuego se le añade la esencia de vainilla. No remover mucho y dejar enfriar. Si se volviera opaco, blanquecino o duro, volver a calentar a fuego suave y recuperará su aspecto.
Tercer paso: Enfriar un bol grande en el frigorífico. La nata debe salir del frigorífico también, se montará más fácil estando todo bien frio. Darle con las varillas del batidor en el bol frio, la nata tarda 5 o 6 minutos en empezar a montar. Cuando queramos comprobar la consistencia, levantamos la batidora y vemos si se queda la nata entre las varillas. A mitad del proceso añadimos el azúcar. Cuando terminemos, mezclaremos el sirope lo mas frio posible (o templado vale, pero poco a poco) con la nata montada fría. Esta operación se realiza envolviendo la nata con el sirope, haciendo círculos, sin pasar mucho por medio del bol, para evitar que se baje.
Cuarto paso: Calentar la leche con la canela y la mantequilla o aceite. Separar en 2 boles, los huevos batidos por un lado y en otro bol la harina y el azúcar. Cuando tengamos la leche caliente pero sin hervir ya, agregamos un poquito al bol de los huevos y otro poquito al bol de la harina y el azúcar. Mezclamos por separado y cuando este bien unido, lo volcamos en el cazo de la leche, ambos boles y ponemos al fuego. En el fuego removeremos con varilla sin descanso, como una bechamel, raspando en el fondo para evitar que se pegue. Cuando haya cogido la consistencia adecuada (algo mas que una bechamel) retiramos del fuego y enfriamos en una fuente.
Quinto paso: Ahora queda montarlas. Si algún hojaldre os ha subido no pasa nada, se aplasta un poco y queda perfecto (nosotros tuvimos que aplastar casi todos). Primero, cargamos la manga pastelera (o cuchara si no tenemos) y rellenamos todas las bases. Después, ponemos el primer piso y rellenamos con el chantilly. Se pone el último hojaldre encima y espolvoreamos con azúcar glas.

Una vez aquí, veréis porque merece la pena…cuidado con la línea!